Impresiones de mi viaje a Kenya

5 septiembre 2009
Hace mucho tiempo siempre me había dicho a mi misma que por lo menos una vez en la vida tenía que hacer un viaje grandioso, de esos de tener en el recuerdo siempre. Y una vez tomada la decisión, el momento me ha llegado este verano. Varios son los motivos de regalarme este viaje, pero quizá el que mayor peso ha podido tener es el de haber llegado a la barrera de los cincuenta años.
¿Pero cuál es el destino idóneo para este propósito? Cada uno tiene en mente imágenes, sensaciones, ensoñaciones de lugares no explorados, no vividos, sitios que nos atraen especialmente y que alimentan nuestra fantasía.
La naturaleza virgen y salvaje para mi es uno de esos lugares y de moverme a un sitio grandioso y diferente siempre he pensado en AFRICA. Así que mi destino final ha sido Kenya, realizando un safari fotográfico por 5 parques o reservas nacionales y moviéndome de una reserva a otra en una matatu (la típica camioneta de transporte de 6-8 personas que inunda el país y que hace las veces de autobús público, privado y safaris para turistas cuando eleva su techo). Desde la matatu y atravesando el pais por esas carreteras y caminos de Dios, en ocasiones casi vírgenes, he puesto la mirada atenta al pulso de este pais que pasaba ante mis ojos.
Cada persona tendrá de un mismo lugar o viaje una percepción diferente y en eso estriba la diversidad de opinión, a mis ojos varias cosas me han resultado sorprendentes y de forma resumida intentaré plasmarlo en estas palabras que escribo. Dejaré para otras entradas o post mi mirada de la naturaleza salvaje contemplada.
Desde el primer momento de planear el viaje -realizado con mi pareja y mi hijo- no quise estudiar a fondo nada del mismo, quise que fuera el propio país, sus gentes, su paisaje quien me fuera hablando, mi respuesta preferida era: no sé bien lo que voy a visitar, casi no lo he mirado, quiero que Africa me sorprenda. Y así ha sido.
G E N T E
Lo primero que me llama la atención es la gente, el país entero palpita en la calle. Hombres, mujeres, niños, mezcla de muchas identidades o etnias, vestimentas de múltiples colores salpican la vista de los caminos. Están ahí, en los bordes de los caminos, en los sembrados, caminan, compran, venden, saludan, están, acarrean agua, o leña, o fardos pesados,.....sobreviven. Se podría decir que los caminos son el punto de encuentro.
Gente parada quizá esperando un autobús, gente vendiendo cebollas, maiz o patatas cultivadas en los bordes de la carretera en terreno de nadie. Gente que acarrea bidones de agua desde pozos comunitarios, agua para consumo, para lavado. Gente que sin otro quehacer está durmiendo en el mismo suelo aparentemente sin preocupación. Mujeres, muchas mujeres, portando enormes fardos de leña en sus espaldas ayudando a la tracción con una cinta en la cabeza. Hombres en bicicleta llevando un montón de enseres, carros tirados por burritos enanos. Niños siempre alegres y saludandome en cuanto ven mi condición de turista blanca, muchos van descalzos, sucios y con ropas rudimentarias, otros con uniforme escolar. Si cruzamos por algún río que no esté seco, las orillas lucen ropa tendida, hay gente lavando ropa y otros se lavan a sí mismos.
Tengo la sensación de que la percepción del frío o el calor es diferente para ellos, mucha gente va abrigada con gorros de lana y abrigos o chamarras de invierno, cuando yo siento la necesidad de ir en manga corta.
G A N A D O
Mucho ganado salpica el pais, muchos rebaños de vacas, y de cabras, siempre algún niño o adulto con una vara larga en sus manos moviendo a los animales por los pastos de un sitio a otro. Parece ser que llevan dos años sin la preciada lluvia y la sequía se hace insoportable, no hay pastos y los animales están famélicos, no crece el cereal o el maiz y las personas están muriendo de hambre. Tienen la esperanza de que en octubre empiece a llover y se alivien algo sus penurias. El guía nos informa de la grave situación de algunas zonas, un nivel de muertes al año muy elevado.

C A S A S
Las edificaciones que me encuentro por los caminos en comparación con éstas de Europa, son chabolas de madera de dimensiones ridículas, las que se agrupan en hileras se utilizan como comercios y tienen pintado a mano alzada en sus fachadas lo que venden, la mercancía apilada en la calle en muchas ocasiones. También veo casas mejor acondicionadas, muchas resultan ser iglesias. Iglesias de todo tipo de confesiones, presbiterianas, protestantes, católicas, musulmanas, la religión está muy presente, la enseñanza parece que depende de estas iglesias. También veo campos de refugiados por el problema de las últimas elecciones, muchas familias se han visto desarraigadas de sus orígenes. Y veo con asombro rudimentarios poblados de gente que vive con orgullo casi en el neolítico, poblados Samburu, poblados Massai, con sus coloridas vestimentas y sus rebaños de ganado. Me advierte mi guía que no los fotografíe, que tienen creencias de robo del alma y por eso tiran piedras a los turistas que les hacen fotos y que en general no debo hacer fotografías a nadie sin su permiso, no les gusta y por eso estas imágenes robadas de paparazzi que adjunto tienen un regusto de prohibición.
P A I S A J E
El paisaje es muy variado dependiendo del recorrido, zonas más húmedas con montañas que me recuerdan mucho al paisaje de Euskadi y Cantabria, con campos de maiz, otras zonas muy secas y desérticas, sin cultivos, llanuras sin apenas un árbol, grises y polvorientas, llanuras llenas de acacias pequeñas y arbustos espinosos, tierras rojas, tan rojas que a veces te hacen entornar la vista por su intensidad.
* * *
He pasado de puntillas y de turista, sin mayor implicación pero queda un poso de desigualdad, de injusticia, de mal reparto, de falta de desarrollo, de atraso. Las ONG que trabajan para mejorar en algo estas desigualdades, de entrada tienen toda mi admiración. Y a pesar de todo esto contemplo a la gente como ríe y practica la filosofía que aprendí de ellos nada más llegar, HAKUNA MATATA, no hay problema, no hay que agobiarse ni estresarse ante lo que no se puede hacer nada, ¿todo bien? bien, hakuna matata.


Comentarios

  1. Me ha gustado mucho tu blog, y sobre todo las fotografías que lo ilustran, tienes mucho ojo para ello (aunque esté morado). Veo cantidad de material para pintar, y que estás en ello. Las acuarelas están muy bien, con todo lo que viajas quedarían trabajos muy interesantes.
    Saludos!

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