Gente diversa por las calles de Nueva York

3 octubre 2010

Dicen que es la capital del mundo, Nueva York, y que por lo menos una vez en la vida hay que conocerla. No sé si este destino vacacional me convencía en un principio, pero una vez tomada la decisión lo propio es disfrutar del viaje.

Está todo dicho y visto de esta ciudad, pero los ojos del que la visita son diferentes y por eso cada uno se queda una impresión. Todo me resultó familiar, como si hubiera caminado ya por sus calles, visto sus edificios una y mil veces.

La gente circula por la calle como en cualquier ciudad del mundo, sólo que aquí hay mil etnias diferentes, caminan aparentemente ensimismados, cada uno a sus asuntos. Caminan en las diferentes zonas y cada zona te transporta a otros lugares.

Juntos pero no revueltos, caminas por Chinatown y te vives como si estuvieras en mitad de Oriente, sus mercados, sus olores, sus costumbres.

 Caminas por Little Italy y te vives como si te persiguiera alguien de la mafia a la vuelta de la esquina.

Gente siguiendo las costumbres de sus paises de origen, o de los paises de origen de sus antepasados.

Gente en definitiva que vive o sobrevive, que viaja en limusina o que busca una oportunidad.

Gente que me deja imágenes para el recuerdo de unas calles que aunque estén mil veces vistas, están vivas y cada minuto que transcurre es diferente.

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