Un amigo invisible llamado Norman


(El amigo invisible es una iniciativa del blog: ladrones de cuadernos.)

Ya estamos en febrero y mi amigo invisible no hacía acto de aparición, a ver si me iba a pasar como en la anterior edición que lo tenía tan cerca que me fue entregado en mano y yo no hacía más que mirar el correo. Pero no, por fin ha llegado, como el paquete no cabía en el buzón, amablemente el portero lo ha retenido en su poder para que no fuera extraviado y me lo ha entregado hoy.

El paquete viene de Barcelona y está fechado el 29 de enero, dice en el remite Norman Vila y mi nombre está escrito con el color que me reconoce, morado-púrpura. 

Del envoltorio asoman dos lápices, un carbonil masats del nº 2 y otro masats grafion diseño y un espléndido cahier de dessin de Dalbe de 24 x 16, 66 páginas y 140 gramos, que parece que soporta muy bien el agua y que yo desconocía.


Las primeras páginas del cuaderno denotan que Norman ha estudiado mis gustos y ha hecho una síntesis de mis intereses. Muchas gracias Norman por ese deseo en mis colores morados para el año de pintar mucho (espero poder cumplirlo), el detalle de los dos papamoscas cerrojillos me produce mucha emoción porque es uno de los pajarillos que tengo bastante controlados en mis visitas y paseos por los bosques, preciosos.

Y qué decir de la delicia de planta trepadora Ipomea que me mandas, con sus flores vistosas y en esa esquinita del cuaderno, el hueco conteniendo unas semillas de la misma, prometo ponerlas en un tiesto, ahora cuando venga la primavera y observarla crecer, sintiendo que el cuaderno está vivo y que desea que se plasmen en él cosas vivas. Todo un lujo de regalo de mi amigo invisible, Norman del blog  "por un pincel", que al hacerse ahora visible me permite que le pueda seguir la trayectoria de intereses que tenemos en común. Si es que esto que organizan los ladrones nos roba el corazón.





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