Joaquín Ureña. Acuarelas de otra dimensión

17 enero 2010
 
Esta semana he ido a ver la exposición de Joaquin Ureña en la galería de arte de Juan Manuel Lumbreras de Bilbao, en calle Henao nº3 y desde luego no deja indiferente a quien se acerque. Se trata de obras en su mayoría de gran tamaño (incluso de 2 metros de lado) realizadas en acuarela. Acuarelas de una limpieza absoluta que retratan espacios interiores que pertenecen a la vida del pintor en su vida cotidiana, su estudio, sus ventanas, sus libros, lo que observa desde su casa.
 
(las imágenes que se adjuntan pertenecen a otras exposiciones del autor en galerías de arte vistas en la red)
 



Se podría decir que él domina al agua y no al revés, no le deja ni una gota a la improvisación, en alguna ocasión se ha dicho que es un pintor hiperrealista. A mi me recuerda un poco a la obra de Jose María Cuasante, que retrata también interiores con una fuerza sorprendente, en otro medio diferente a la acuarela.



Me parece muy interesante cómo consigue que la luz penetre en el ambiente, en algunos casos muy cálida, filtrada por un toldo naranja y dando tibieza al entorno. En otros casos es una luz nocturna la que penetra en la habitación, dejando entrever la vida nocturna en su calle, supongo que de Lérida donde reside.



Me agradan especialmente las obras expuestas que realiza a modo de apuntes de gente. Gente sin rostro. La gente que espera en una parada de autobús, o acude al mercado, por ejemplo. Gente que sólo al mirarla se sabe casi algo de su vida, si viene de compras, va a trabajar o es estudiante. Estos trabajos son más improvisados, menos contenidos, tienen movimiento, personalmente sin quitar mérito a los otros casi me han gustado más.



Sorprende ver también una figura en mitad de la sala de Groucho Marx con su cigarro, casi a tamaño natural, confeccionado con papel y pintado después. Me consta que es muy habilidoso y es capaz de confeccionar personajes diferentes a golpe de tijera, en un plis-plas y que es amigo de incluirlos en sus exposiciones, como gente curiosa que observa las obras. La cabeza del  Groucho Marx aparece incluso encima de una mesa en alguna de las acuarelas expuestas, señal de ser un objeto más de representación de los que le rodean.



Creo que la exposición durará por lo menos hasta finales de enero, así que igual me paso otro día para intentar aprender.






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