El año de los bosques

11 febrero 2011
chopera
Los primeros recuerdos que tengo de los bosques son de infancia, bosques de ribera que proporcionaban sombra ante el excesivo calor de los días de verano, choperas, saucedas, alisedas. Ya desde entonces los contemplaba, intentaba observar y sentir todo aquello que parecían decir, tan inmóviles, dejando pasar mansamente el curso de los ríos, sólo mecidos por el aire. Caminaba por el sotobosque en busca de algún capricho de la naturaleza, bien cogiendo flores o buscando las más preciadas setas.
hayedo
De más mayor he seguido cultivando el gusto por caminar por el bosque, y tengo muchos preferidos. Me permiten disfrutar de momentos de desconexión con el estrés cotidiano, me permiten disfrutar de la biodiversidad que acogen.
mixto hayedo - coniferas
Entre mis bosques, me encantan los hayedos, que casi no permiten el crecimiento de otras especies de árboles a su alrededor y que forman un bosque denso y oscuro. El sonido de caminar por su suelo cuando están las hojas caídas es incomparable y el paisaje es excepcional en las diferentes estaciones.
robledal
Los robledales, de distintos tipos, tan difíciles de identificar, robles albares, robles melojos, a menudo marcescentes, que no acaban de tirar la hoja en otoño y permanecen en el árbol secas y rojizas. Contemplar el suelo lleno de bellotas y quizá en alguna ocasión llegar a ver algún jabalí. Las dehesas castellanas donde los robles se han hecho enormes por el paso de los años tomando figuras caprichosas son paisajes mágicos.
Los pinares, y entre ellos los que más frecuento,l os de pino rojo, inconfundible el olor de la resina y la sensación de humedad. El pino mediterráneo que curva su tronco caprichosamente y el pino negro pirenáico tan majestuoso.
dehesa de robles

Los encinares, de los más abundantes, esos árboles que se mantienen siempre con hojas, con aspecto rechoncho y chaparro y verde que pueblan el paisaje peninsular.
Los sabinares, árboles peculiares y genuinos de la península, que soportan temperaturas extremas y que crecen bastante separados los unos de los otros, árboles milenarios y amigos de la paciencia.
hayedo abetal

Castañares, madroñares, alcornocales, pinares, hayedos, robledales, encinares,  todos ellos se merecen un respeto de esta humanidad que los explota y que ha llegado a un punto límite de no retorno. Este año es el año de los bosques, para tomar conciencia de hacer algo, no ya por ellos, sino por nosotros mismos. Cada año, mas de 130.000 km² de bosques se pierden debido a la deforestación. Esto contribuye al calentamiento global y al cambio climático. Los bosques son el hábitat de alrededor de dos tercios de todas las especies de la tierra, que se dice pronto, son por tanto, reservorios de la biodiversidad. Dicen que la deforestación de bosques tropicales produce pérdida de biodiversidad de hasta 100 especies por día. El año pasado fue el año de la biodiversidad y ¿qué hicimos por cambiar en algo?
roble invernal

pinar

arbustivo

bosque fractal

pinar




Comentarios

  1. Buena entrada !!!!!!!!!...me encantan los bosques,los pinos cuando tienen muchas ramas rotas ;las hayas grandiosas, de la Sierra de Urbasa y Opakua, llenas de ocres en otoño o rotas y calcinadas por los rayos, en verano; oler a humedad ,ver como destacan los troncos oscuros despues de una nevada...LA TRANQUILIDAD...este tema me ha tocado...un fuerte abrazo!!

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