Hice una
visita en diciembre por la Sierra de Gata en Cáceres, Extremadura, en
apenas un fin de semana. Un paisaje que realmente me dejó impresionada y
que no imaginaba encontrar. Sobre todo porque siempre imagino
Extremadura en verano, mucho calor y todo seco y sin embargo, en esta
época el verde en las dehesas tenía todo tipo de matices. Numerosísimas
encinas y olivos como motas en el paisaje y además también abundaban los
naranjos. Los pueblos de la zona, auténticos y con sensación de ser un
lugar al que todavía no ha llegado el turismo masivo, lo cual en estos
tiempos es de agradecer.
Fueron unos
días de bastante frío y niebla y parecía que iba a ser poco propicio
para observar aves, pero tuve la suerte de poder ver muchas grullas
(Grus grus) en los alrededores del embalse de Borbollón. Al anochecer se
acercaban a una isla en el interior del embalse que usan como dormidero
y era un espectáculo verlas llegar en formaciones en "V" y con sus
incesantes trompeteos. Por el día salen a alimentarse de bellotas, y
otro tipo de semillas en las zonas de sembrados y dehesas.
Cuando
llega el otoño en el Norte de Europa, las grullas recorren unos 3000
kilómetros (en unas 3 semanas) desde países como Estonia, Suecia,
Dinamarca o Alemania hasta llegar a las zonas cálidas del suroeste de la
Península Ibérica donde pasan el invierno o al norte de África. Se
calcula que sobre 75.000 grullas llegan a Extremadura cada año, lo que
supone un 70% de las grullas que vienen del norte atravesando los
pirineos. En la zona donde estuve del embalse de Borbollón se calcula
que hibernan unas 5.500 grullas cada temporada.
En Casalarreina las grullas viven como reinas......tranquilitas junto al rio..........sin que nadie las moleste.......
ResponderEliminarPreciosas fotos......un saludito